Vacunas para el Sur Global
Esta es una traducción propia de un post de Cory Doctorow. A quienes lean en inglés, les recomiendo leer el original .
Cuando la Universidad de Oxford comenzó su trabajo en su vacuna conta el covid, prometió que sería libre de patentes, con un programa de asistencia con transferencia tecnológica activa para que las naciones en desarrollo pudieran fabricar sus propios suministros. Rompieron esa promesa. La fundación de Bill Gates impulsó la mentira racista de que los pueblos pobres no pueden hacer vacunas seguras (a pesar de que las fábricas líderes están en el Sur Global) y convencieron a la universidad de Oxford de venderle los derechos exclusivos a Astrazeneca
Astrazeneca obtuvo los derechos de la vacuna sin tener que prometer no cobrar precios abusivos a los países que quisieran acceder a ella. La ideología de Gates es que los mercados canalizan la codicia hacia fines positivos, sentimiento del que Boris Johnson se hizo eco.
Es una doctrina letal. 85 de los países más pobres del mundo, tienen una probabilidad bajísima de poder vacunar masivamente antes de 2023: eso le da dos años al virus para mutar hacia variantes más mortales, y reinfectar a personas cuya inmunidad por la vacuna haya disminuido.
La salud basada en el mercado es letra muerta. Las grandes farmacéuticas convierten la investigación financiada por el estado en beneficios, poniéndonos como rehenes. Pfizer está demandando a los países pobres que pongan como garantía recursos soberanos, para impedir cualquier reclamo por sus productos.
Si te quedan dudas de lo ineficiente del mercado, considerá el contraejemplo que representa Cuba, un país pobre y aislado, hambreado por 60 años de embargo (suavizado por Obama, ahora nuevamente en vigencia). A pesar de su terrible situación, Cuba es líder en producción de vacunas. De las 11 vacunas que los cubanos reciben, 8 se producen en el país. Ha eliminado por completo 6 enfermedades tropicales, y marca el rumbo en vacunas para este tipo de enfermedades.
Cuba tuvo una gestión brillante de la crisis del CoViD, con solamente 408 muertes (0.59%, comparado con el 2,9% del Reino Unido). Envió 57 brigadas médicas al extranjero, tratando a 1,26 millones de personas en 40 países.
Por todo esto, no sorprende que Cuba sea también una usina de vacunas para la CoViD. Dos de las 23 vacunas del CoViD que están en ensayos de fase 3 son de Cuba; y hay tres más en etapas previas. Son el producto de un sector biotecnológico sin fines de lucro y de propiedad estatal. Más que competir entre ellos y considerar a su investigación como secretos industriales, los investigadores biotecnológicos cubanos colaboran entre sí. Son capaces de fabricar vacunas made in Cuba como la “vacuna conjugada” Quimi-Hib, que es efectiva contra la meningitis y la neumonía. Es esta colaboración la que empujó la mortalidad por enfermedades infectocontagiosas por debajo del 1%. Se prevé que los ensayos de fase 3 para las vacunas del Covid cubanas (Soberana 2 y Abdala) estén completos en junio. Considerando el excelente sistema de salud cubano, el plan de vacunación será rápido y eficiente, completándose en agosto de 2021, poniendo a Cuba en carrera para ser uno de los primeros países del mundo en vacunar a toda su población. Las vacunas cubanas representan un poderoso antídoto contra el apartheid de las vacunas que vienen practicando los monopolios farmacéuticos del mundo rico. Para ampliar en este tema, pueden escuchar este podcast de This Machine Kills (en inglés).
Uno de los centros de producción de vacunas líderes en China, Yongzhou Joint Biotechnology Innovation Centre, se construyó durante la crisis bajo supervisión cubana, y está avanzando en la producción de Pan-Corona, que fue diseñado para atacar las variantes del covid. Las vacunas cubanas están en ensayos de fase 3 en Irán, y hay conversaciones con los 55 países de la unión africana, México, Jamaica, Vietnam, Pakistán e India. Tal como escribe Helen Yaffe para Counterpounch:
“Cuba es líder en biotecnología porque tiene un estado socialista con una economía planificada, que invierte en ciencia y pone el bienestar humano antes que las ganancias; con la total ausencia del capitalismo y la codicia celebrada por Boris Johnson”.
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